El sistema de transporte colectivo de la ciudad de México, mejor conocido como Metro, es un testigo mudo de lo que acontece diariamente en la ciudad, cada vagón, cada estación estan plagadas de atmosferas diversas, es alli donde los dos grupos culturales que Habermas menciona en el texto de Gregory Shaya, el cultural, consistente en la sociedad burguesa, cultivada, que hace sus rondas de vez en vez y el Badaud que esta representado por las clases bajas, manipuladas y anesteciadas por el veneno producido por las sociedades que poseen el poder, a tal grado que llegan a ser callados con la represión, el miedo y la incertidumbre.
Resulta interesante que en el 2009, el metro con sus instalaciones subterraneas siga mostrando esta extraña forma de relacion y comportamiento entre estos dos grupos. apropiandose , cada uno de este espacio para sus propios intereses.
El artista flâneur es elitista, sin embargo esta muy arraigado al entorno social, no por convivir con las clases populares, sino por una simple necesidad, la de legitimizar su placer estetico, ese placer que lleva a cabo recorriendo las instalaciones del metro, desde las escaleras de entrada, hasta los andenes y es donde alli observando a los pasajeros se transforma en uno de ellos, para tomar de ellos de una manera vouyerista , las similitudes y diferencias existentes entre si.El tipo de Flaneur que camina en el metro es el que Charles Baudelaire define como la persona que camina una ciudad con el fin de experimentarla.
Rafael Cauduro por ejemplo, es un artista flâneur que utiliza el metro, para plasmar un mural en la estacion Insurgentes, evocando al metro de Nueva York , apareciendo en dicha escena dos personajes principales esperando a la llegada del convoy, que en su lugar esta el espectador de dicho mural, mientras que artistas de la talla de Pablo Picasso observandonos a traves de una portada de la revista VOGUE. Mientras tanto Gilbert & George aparecen sentados,mostrando su porte un tanto burgués, contrastando con los pasajeros que dia a dia utilizan este medio de transporte.
Otros artistas plasticos que tratan de tomar el lugar del Flaneur son los performanceros, ya que frecuentemente se presentan en las instalaciones del metro, principalmente en las estaciones donde se cruzan dos o mas lineas, Pino Suárez, Hidalgo, Bellas Artes, Chabacano etc. y en el transbordar de estacion a estacion su discurso artistico-estetico cobra vida,experiementa los espacios reconditos de una ciudad estresante, el marco que sustenta la obra se vuelve un lugar sublime. Las masas, sin entender el que sucede quedan atonitos observando la obra efimera, atraidos por su instinto de curiosidad, haciendo una analogia a lo que sucedia en las ciudades a principios del siglo XX, donde la gente se reunia a ver el teatro callejero, la prensa escrita y en palabras de Vanessa Swartz es una representación visual, ligada al espectaculo.
No solo analogías podemos encontrar en el metro, sino situaciones ligadas a la trayectoria represiva, a la presentacion de informacion parecida a la informacion consumista , como los periodicos que se venden diariamente en todas las estaciones, que en sus portadas parecieran mostrar la morgue de París , se transforman en boletines donde se muestra la miseria humana, aunque en otra espacialidad, ya no es solo el centro de la ciudad, sino ahora es el anden que se vuelve la escenografia a tan cruel representación. No es raro observar diariamente al badaud de la era contemporanea, hacer lo mismo que su ancestro hacia desde finales del siglo XIX y principios del XX, detenerse y escuchar las noticias del dia, presentadas por el periodico llamado EL METRO, LA PRENSA Y EL GRAFICO, distribuyendose desde la mañana, para confrontar a las masas que van hacia su jornada laboral y estudiantil, quienes al ver sangre, arrollados, mutilados y asesinados, son atraidos hacia el estante donde se colocan estos periodicos y cierran el circulo vicioso. Hasta los vagones del metro se han colado las caracteristicas parisinas del Badaud, pues los espectaculos mostrados en los trayectos, son producidos por las propias masas, que van desde el limosnero que no tiene nada mas que mostrarnos su miseria como producto de consumo dedicado no a nuestra solidaridad, sino a nuestro deseo por ver algo siniestro, en nuestro lapso de transporte observamos otro tipo de espectaculo,no sangriento pero en si uno aterrador, los tenores callejeros que con sus voces potentes y desafinadas en ocasiones taladran nuestro yo interno. Los arrollados por el metro es otra cuestión por mas nefasta que parezca, esta entre las principales ideas del colectivo que utiliza el transporte, pues al caer un suicida a las vias hace que todo lo que esta a su alrededor se detenga, y sera un prototipo de la portada que aparecera en los impresos los siguientes dias, misma que consumira quien alla estado presente para decir como cualquier sobreviviente de una guerra o un accidente: yo lo vivi.
Los museos hacen su aparicion, pues como toda ciudad, al menos debe de tener uno, y los pasillos de entrada y salida se vuelven un museo ambulante, es decir un museo sin paredes que cambia de lugar cada par de meses, ese el cual Andre Malraux define como un lugar homogenizador de todas las artes, y del cual la fotografia es una arte igualmente importante que las demas, debido a que no solo es conector de las obras sino una obra por si misma. Las fotografias de Lourdes Grobet son un ejemplo de ellos, pues ella realizo algunas tomas de un espectaculo de lucha libre, organizado en una estación de la linea azul, y tiempo despues fueron expuestas en esa estación, los artistas conceptuales del Museo Universitario del Chopo aprovecharon los espacios vacios de las estaciones, a proposito del cierre temporal del Museo y montaron exposiciones hechas espresamente para las masas.
Es asi como vemos que el metro sirve de elemento para distintas cuestiones, desde el (Pseudo en varias ocasiones) Flâneur hasta la instalacion de espacios del arte, de los cuales el Badaud, es el consumidor principal.
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